Kenny Garrett QuartetTeatro Isabel la Católica. Domingo, 12 de noviembre. Lleno. Kenny Garrett, saxo
Jamire Williams, batería
Kris Funn, contrabajo
Benito González, pianoRafael Marfil textoJavier Ruiz fotografíaA veces pienso que el jazz no existe, que es un invento de los nostálgicos. Entonces me doy cuenta del gran cajón de sastre en el que se han convertido los festivales de los últimos años. Y esta mezcla, como todo mestizaje, es positiva. Ha sido un buen concierto el del saxofonista Kenny Garrett en Granada, con rotundo dominio técnico del instrumento por parte del líder y del resto de la formación.
Si no fuera porque es músico de jazz, pensaría que empieza a convertirse en un ídolo de masas. Abruma el vigor de su música, desde los primeros acordes de su
Beyond the wall, precedidos por unos efusivos aplausos y esos grititos que sólo se oyen en los festivales de jazz y conocíamos previamente por el presentador televisivo José Luis Moreno. Con un tono particular en la comunicación con su público, propio de estos tiempos posmodernos, el artista de Detroit soltó pocas palabras, muchos gestos y más notas todavía. Cierto tono altivo y una estética china para recordarnos la temática de su último disco.
Todas fueron composiciones propias, incluidas piezas de su reciente grabación, como
Asin Medley, aunque la mayor emoción se consiguiera en ciertos momentos de reposo con su saxofón soprano, interpretando temas como
Aren’t nothing but the blues. Como en estos conciertos está todo medido, tocaron su bis Happy people antes incluso de retirarse y esperar los vítores. Quizá esa ha sido la única diferencia de protocolo respecto a lo habitual en su gira por otros lugares de nuestra geografía. El tono general ha estado marcado por esa excitación que propician los ritmos frenéticos, las estridencias controladas, sobreagudos, el juego con el tiempo y finalmente el control de sonido con un pedal electrónico. Igual o más de lo que eres resulta siempre lo que pareces. Son recursos musicales que le valen para jazz, rock, de igual forma que para un roto o un descosido.
Influencias
Tras la fuerza inicial y los momentos más íntimos con el soprano, quizá
el último tercio del concierto ha sido un poco más cansado con la eterna repetición de sus ritmillos funkys. No mencionamos el uso de teclados, con los que no le aconsejamos ganarse la vida por lo que se ha podido escuchar. Estuvo a la altura el pianista Benito González, que pasó un rato también en teclados electrónicos a lo Zawinul. Impresionaron al auditorio el batería Jamire Williams y el contrabajista Kris Funn. Si tan lozanos están en este altísimo nivel rítmico y expresivo, no queremos pensar qué ocurra en unos años cuando se suban a un escenario.
Ha sido un concierto de influencias. Está presente la época electrónica de final de los ochenta, en la que acompañó Garrett al gran Miles Davis. Como lo hizo con John Coltrane, el trompetista cool por excelencia, descubrió las grandes virtudes de este saxofonista, haciendo que pasara de bueno a excepcional. También ha colaborado en proyectos de hip hop, y sobre todo con algunos grandes del pop-rock, como Sting o Peter Gabriel. Volviendo a los incondicionales que aplauden enfervorecidos: ¿Lo siguen por sí mismo o por haber participado en esas músicas más populares?.
Lo cierto es que este hombre vende discos, pero que nadie sueñe despierto, ya que el jazz tiene sus límites. Para llenar las plazas de toros ya está el Jefe.
A mí me pareció espectacular y soy de los amigos de los mestizajes. De hecho, este Festival está siendo un recorrido musical de amplio espectro y largo alcance. Muy bueno.
El Garrett me pareció muy bueno, muy star, uno de esos tipos que enamoran y conquistan a quiénes no conocen mucho el jazz, y, por contra, que pueden irritar a los jazz-fans más puros.
Yo me lo pasé como los indios, por resumir.
publicado por Anónimo | 11/13/2006 10:29 a. m.
Es lo de siempre, afortunadamente los músicos suelen estar por encima de todas esas zarandajas y hacen aquello que les permite expresarse mejor, se llame como se llame.
Por cierto, amigo Jesús, ya le agregué a mi blogroll. Lo siguiente es que nos tomemos una cerveza a la salud del Festival y puesto que comentamos la posibilidad de hacer alguna tertulia en Radio Contadero durante o al termino del Festival de Jazz con músicos y aficionados locales, podría ser un buen lugar de encuentro.
publicado por Anónimo | 11/13/2006 1:46 p. m.
Eso. A debatir sobre el asunto de los pianistas, que es lo que le gusta. Es una buena idea.
publicado por Anónimo | 11/13/2006 7:59 p. m.
Hola Balhisay. Pues sí, aprobé y ahora ando por Madrid. ¿Te conozco de Granada? :P
publicado por Anónimo | 11/14/2006 12:59 p. m.