Habrá pocas criaturas virtuales y/o analógicas que no hayan visto a
Susan Boyle en su primera aparición en el programa de búsqueda de talentos británico
Britain's Got Talent.
Son tantas las voces a favor como en contra de esta aspirante a estrella. Las voces a favor ven en Susan Boyle una
versión contemporánea del cuento del Patito Feo, y las voces en contra hablan de un
circo mediático, refiriéndose a la escocesa como una señora que no canta mal pero cuyo éxito se debe más a su físico que a su voz.
Como buen convencido del método dialéctico de Kant, seguramente de ambas posiciones podríamos extraer una postura más ajustada a la realidad. Sin embargo, muchas veces, nos dejamos atrapar por los grandes titulares y nos olvidamos de la letra pequeña.
En mi humilde opinión esta señora tiene una gran voz y canta muy bien (
otra muestra, el tema 'Cry Me A River' grabado para un CD benéfico), pero lo realmente interesante de este caso es como los nuevos medios de comunicación (léase Internet, con las redes sociales a la cabeza) han convertido en noticia algo que seguramente hace diez años no hubiera trascendido de una reseña en algunos periódicos británicos. Los blogs y las redes sociales, o herramientas como
twitter y
menéame, determinan en gran medida la agenda de los medios tradicionales.
Cualquiera de
los vídeos en Youtube de la actuación sumaba cientos de miles de visitas tras las primeras cuarenta y ocho horas desde su aparición en el programa. En el caso del vídeo
subtitulado en español cuenta con más de un millón de visitas.
Es la revolución de la ciudadanía y será difícil que los políticos y los poderes fácticos puedan pararla... o se suman o sucumbirán.
imagen | LEON NEAL/AFP/Getty ImagesEtiquetas: internet, youtube